miércoles, 22 de agosto de 2012

Pazo de Borraxeiros - Agolada (Pontevedra)

En una entrada anterior hice referencia a la sepultura de Antonio Salgado Gundín, caballero de Santiago, conservada en la iglesia parroquial de San Cristóbal de Borraxeiros, por lo que creo necesario incluir unas imágenes de la antigua residencia nobiliaria que poseyó, el Pazo de Borraxeiros, que antiguamente fue fortaleza, destruida en la rebelión Irmandiña (sobre 1465).

La situación, y su planta cuadrangular con patio central, se aprecia perfectamente en la siguiente imagen


Una imagen general de la construcción, de generosas proporciones


Patio interior


La fachada posterior, asentada sobre la roca, testimonio de su antiguo pasado como fortificación


Recordado también por la conservación de una antigua escalera de caracol que sube hasta el adarve que corre a lo largo de la fachada principal


El acceso principal del pazo, flanqueado por dos piedras armeras, de las que trataré en una próxima entrada



Y también son destacables otros elementos, como las chimeneas, de factura barroca. La del salón es doble en el interior del edificio, con dos hogares, que calientan dos espacios contiguos. La de la cocina se corresponde en el interior con una gran campana sustentada por columnas



La situación del pazo de Borraxeiros, aislado de otros edificios, con gran finca alrededor, lo convierte en uno de los emblemáticos testimonios de residencia hidalga en la comarca. Su estética se percibe ya desde la carretera


En un día desapacible, como el de la visita al pazo, el viejo olivo se recorta en la niebla, enmarcando el torreón que recuerda la antigua fortaleza


Aunque su belleza se aprecia en su máximo esplendor cuando la luz del atardecer de un día soledado tiñe de tonos rojizos los bloques graníticos de sus muros, tantas veces centenarios



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