lunes, 24 de septiembre de 2012

Torre de Outeiro, Santiago de Fafián - Rodeiro

La torre de Outeiro conserva todavía parte de su estructura en las tierras de la parroquia de Santiago de Fafián, perteneciente al municipio pontevedrés de Rodeiro. En muy mal estado de conservación, con parte de sus muros totalmente arruinados, mantiene el porte señorial que en otro tiempo hizo que se convirtiese en centro de recogida de rentas, por lo que todavía se conoce con el nombre de Tulla de Outeiro.

La mayor parte de las fotografías son rescatadas de una visita llevada a cabo hace una década. Desde aquel momento, como se aprecia en alguna imagen unos años posterior, se procedió al vallado de la propiedad por sus dueños. En todos estos años siempre hubo intentos de acercamiento (fallidos, posiblemente por motivos económicos) entre el ayuntamiento y los propietarios, pues el primero deseaba adquirir y restaurar el edificio. Estas gestiones todavía no han tenido resultados positivos.



La primera referencia que se ha podido localizar relativa a esta construcción nos lleva a la figura de Rodrigo Fernández Noguerol. Este noble, hijo de Lope Sánchez de Ulloa y Lemos, señor de la Casa principal de los Lemos, y de Isabel González Noguerol, señora de la Fortaleza de Amarante (como hija única de sus dueños), fue juez de Tierra de Camba y Rodeiro, cargo para el que había sido nombrado con carácter vitalicio por el arzobispo de Santiago Alonso de Fonseca, señor de estas tierras. Se asentó y residió en el lugar de Outeiro.

El 5 de febrero del año 1543 aparece Rodrigo Fernández Noguerol suplicando al arzobispo compostelano que haga merced de dicho juzgado de Camba y Rodeiro a su hermano. Éste era el Licenciado Alonso López de Lemos, que casó con Inés de Castro, heredera de Fernando de Camba y Mayor de Ulloa, dueños de la fortaleza de Villar, en Santiago de Esperante (ayuntamiento de Taboada, en tierras lucenses), a donde trasladaron su residencia, nieta de Juan Rodríguez, señor de la Fortaleza de Camba. Su hijo, Diego de Lemos y Camba heredó a su tío Rodrigo y los bienes de sus padres, siendo señor de la Casa, Fortaleza y mayorazgo de Vilar con sus jurisdicciones.

Heredera en los bienes de Vilar y Outeiro fue la hija de Diego de Lemos, llamada Constanza, casada con Antonio Suárez Mosquera, de quienes nació doña Bernardina de Villar y Lemos, con la cual comienza el engrandecimiento de la familia, propiciado por el matrimonio con don Fadrique Valladares, de la Casa de Fefiñáns, en Cambados. El matrimonio tuvo dos hijas: doña Gaspara de Villar y Lemos, casada con don Pedro Anayo de Miranda, y doña Ana de Lemos, casada con el Conde la Vega de Sella, que siguió en posesión de la Tulla y Torre de Outeiro de Camba, así como de la Casa de Vilar, en Taboada.


Cuatro años después (en el 2004) así estaba



La torre tiene 10 metros de largo por 8 de ancho, y tres plantas. El grosor de los muros varía según la altura, un metro veinte en la base, un metro en la segunda planta y ochenta centímetros en el tercera. La puerta de entrada estaba situada en la segunda planta y a ella se accedía por escalera de piedra, que se conserva, no así la fachada, desplomada totalmente. Se observa perfectamente en la imagen del año 2000.


Y otra del 2004


Las ventanas son de doble vano, faltando la columna parteluz central. Al interior presentan arco rebajado y los típicos parladoiros, o asientos laterales.



También conserva, en la tercera planta, los restos de lo que debió ser chimenea



viernes, 7 de septiembre de 2012

Casa de A Calzada - San Miguel de Bendoiro (Lalín)

La llamada Casa de A Calzada, antiguamente Pazo de Bendoiro de Abaixo, se encuentra en la parroquia de San Miguel de Bendoiro, a escasos quilómetros de Lalín.



De interés sólo conserva los restos de la capilla anexa a la casa, fundada en el 1712 por don Gonzalo Núñez de Taboada y su mujer doña María Juana de Ginzo, bajo la advocación de Santa Margarita.



En el campanario, en las impostas del arco encontramos caras de ángeles


La casa, antes de las remodelaciones, poseía una labra heráldica, trasladada al pazo de Anzuxao (en la parroquia de San Adrián de Madriñán). Era una cartela armoriada con las armas de los Taboada de Deza y epígrafe ARMAS DE LOS CHVRVCHANOS I TAVOADAS (armas de los Churruchaos y Taboadas).



En el siglo XVI era señor y vecino del lugar de Bendoiro Alonso Núñez de Taboada, que otorgó su testamento en 1597. Dividió el lugar en que vivía en tres partes, correspondiéndole un tercio a cada uno de sus hijos varones, Gonzalo Taboada, Alonso Saco y Gregorio Núñez. De ellos, Alonso fue el mejorado y constituyó el germen del Pazo de Bendoiro de Abaixo. También en el tercio que le correspondió fundó Gregorio Núñez de Taboada una casa noble, la actual Casa de A Calzada.

Gregorio era escribano Real y casó con Inés Alonso, de los Gundines de la casa de García Sánchez, en las inmediaciones de Lalín. Fundó en 1616 en la iglesia parroquial de Bendoiro una capilla propia, fundación que tuvo efecto a partir de junio de 1625. En esta capilla, bajo la advocación del Buen Jesús fueron enterrados los dos esposos, conservándose todavía capilla y monumento funerario.


La capilla, anexa a la iglesia parroquial, alberga bajo un arcosolio una estatua yacente de caballero, vestido de armadura. En el frente del arcosolio la inscripción S DE GºR NVNEZ DE TABOADA DECA I TVRVCHANO I DE INES AºL SV MVGER (Sepultura de Gregorio Núñez de Taboada Deza y Turruchano y de Inés Alonso su mujer).

En el frente, una piedra armera similar a la anteriormente existente en la casa, también una cartela en forma de piel apergaminada con las armas de los Taboada de Deza, igual a otra labra heráldica situada en el suelo frente a ella y que no se aprecia en su totalidad por estar ubicado sobre ella un confesionario.



El caballero, representación idealizada del mismo Gregorio Núñez, aparece vestido con armadura antigua (y anacrónica con respecto a la época en que construyó el monumento, copia de otras anteriores), reposando la cabeza sobre almohadones y armado con espada que descansa a lo largo de las piernas.



A sus pies, el perro, tantas veces representado en este tipo de enterramientos como símbolo de fidelidad


En la bóveda de crucería de la capilla podemos observar también una serie de cinco plafones, varios de ellos ornamentados con motivos heráldicos. El central con las armas de los Taboada y Camba (calderos y ruedas de carro)


Otros dos, uno con una flor de lis y otro con las tablas de los Taboada



Y, finalmente, dos no heráldicos, uno con una rosácea y otro con dos llaves cruzadas flanqueadas de luceros



Entre los descendientes de Gregorio Núñez de Taboada y su mujer, citaremos al Coronel don Bernardo Núñez Taboada, casado con doña María de la Estrella Moscoso, propietarios de la casa a finales del siglo XVIII. Padres de una muy numerosa familia (22 hijos, nada menos), los enlazaron con otras importantes familias gallegas.

Heredero de A Calzada fue don José María Taboada Moscoso, Coronel del Regimiento Provincial de Lugo y Brigadier de los Reales Ejércitos, que unió en su persona las Casas y Pazos de Figueroa, Bendoiro, Camposancos, Curstis, Rendal, Villantime, Ramil y Santa Marta de Babío, además del señorío de Cristimil.
Casó este señor con doña Josefa Bueno Gayoso, siendo su hija y heredera doña Antonia Taboada, que enlazó con don José María Moscoso de Altamira, al que le fue concedido título de Conde de Fontao el 17 de diciembre de 1839. Era Maestrante de Ronda, Caballero de la Orden de Malta, senador, diputado y Ministro de la Gobernación de la reina Isabel II.

Sus descendientes, Condes de Fontao, vendieron a finales del XIX la Casa de A Calzada a su primo don Ángel Velón, de la Casa de Santiso, en San Román del mismo nombre (Lalín).

Y, para finalizar, un recuerdo para Gregorio Núñez de Taboada, fundador de la Casa y de la Capilla del Buen Jesús, la imagen del caballero representado en su monumento funerario.





miércoles, 5 de septiembre de 2012

Iglesia de San Pedro de Losón - Vila de Cruces

La entrada de hoy es pequeña. Sólo un par de fotografías de la pequeña iglesia parroquial de San Pedro de Losón, en el ayuntamiento pontevedrés de Vila de Cruces.


Muy reformada, conserva elementos interesantes como la puerta de grandes dovelas, posiblemente del siglo XVI, así como una colección de canzorros en el alero del tejado.



Entre estos canzorros, como curiosidad y testimonio de las transformaciones que sufrió a lo largo de los siglos, un pequeño capitel románico.